billboard image Llevando el alivio del COVID-19 a las comunidades más afectadas

Illinois Unidos y el Colaboratorio para la Justicia en la Salud de la Escuela de Salud Pública de la UIC desempeñan un papel esencial llevando el apoyo a donde más se necesita.


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Cuando el COVID-19 se convirtió en una crisis de salud global en la primavera del 2020, los expertos en salud pública a nivel mundial escucharon la misma preocupación: ni el apoyo financiero gubernamental, ni el de las organizaciones internacionales estaban llegando a las organizaciones de base cruciales comunitarias en las que confían los más afectados por la pandemia.

En ese momento dos amigos, Xavier Nogueras y Cesar Rolon, vieron cómo el virus devastaba las comunidades Latinx en Chicago. Nogueras y Rolon, ambos ejecutivos de mercadeo, utilizaron sus contactos con funcionarios públicos, trabajadores de salud y organizaciones sin fines de lucro para convertirse en las fuerzas impulsoras de la creación de Illinois Unidos. Formaron una red de más de 200 voluntarios que pudieran atracar los impactos inmediatos y a largo plazo del COVID-19 en los residentes Latinx. Illinois Unidos, ahora un programa del Latino Policy Forum, también trabaja para asegurar que el impacto de la pandemia en la población Latinx se conozca ampliamente y se atraque de manera equitativa.

“Si hubo un error, éste fue que el sector público sintió que ellos tenían que resolverlo todo al principio”, dijo Nogueras. “Esto no es una crítica. Fueron muy bien intencionados. Pero ahora se dan cuenta de que tienen que hacerlo en conjunto con la comunidad desde el principio”.

 

Información del COVID-19 en las etiquetas de las bolsas de tortillas


Illinois Unidos es una asociación multidisciplinaria que incluye a organizadores comunitarias, expertos en educación de la primera infancia, trabajadores de atención médica de primera línea y expertos en salud pública. Ayudó a los funcionarios públicos y organizaciones filantrópicas a comprender el COVID-19 al nivel comunitario de los barrios. Ese trabajo incluyó abogar por una menor dependencia de los datos sobre las hospitalizaciones por el COVID-19 como un indicador de la gravedad de la pandemia en la comunidad Latinx, dado que algunas personas en la comunidad Latinx evitaron los hospitales por temor a que buscar tratamiento pusiera en riesgo su capacidad para permanecer en los EE. UU.

El éxito de Illinois Unidos permitió una visión más precisa sobre el peso de la pandemia en las comunidades Latinx, y ayudó a distribuir los recursos de manera equitativa.

La organización tomó otras medidas para disminuir la gravedad de la pandemia, que incluyeron la creación de un sitio web con información acerca del COVID-19 en inglés y español, y la colocación de etiquetas con la dirección del sitio web en los paquetes de tortillas. La organización entregó separadores de libros informativos durante la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, publicó anuncios en las redes sociales y ayudó a producir una transmisión especial sobre el COVID-19 en Telemundo.

 

Bolsas de tortillas con información sobre las vacunas y marcadores de la Virgen de Guadalupe.

Illinois Unidos colocó etiquetas con la dirección de su sitio web sobre COVID-19 en los paquetes de tortillas y repartieron información en separadores de libros durante la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe.

 

Esas iniciativas generaron confianza entre los residentes, lo que condujo a mejores cifras de vacunas y una mayor aceptación de la información confiable sobre el COVID-19.

El grupo también presionó para mejorar el acceso a las citas de vacunas para las personas sin acceso a Internet. Pidió a los funcionarios de salud y del gobierno que se mapearan los casos por geografía y se utilizara el rastreo de contactos para identificar dónde las estrategias de prueba del COVID-19 fueron exitosas. Estas iniciativas generaron confianza entre los residentes, lo que condujo a mejores cifras de vacunación y una mayor aceptación de la información confiable sobre el COVID-19.

“Creo que esas cosas, el continuar impulsando la conversación y el tener conversaciones incómodas y difíciles con líderes políticos, eso es de lo que estoy más orgullosa”, dijo la Dra. Marina Del Rios, médica urgencióloga y miembro de Illinois Unidos. “Como yo digo, siempre estamos hablando duro y de frente con nuestros políticos”.

 

El rol ampliado de los rastreadores de contacto


Alrededor de un año antes de que Nogueras y Rolon organizaran Illinois Unidos, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) estableció el Colaboratorio para la Justicia en la Salud. Éste avanza la equidad en la salud y fortalece la conexión de la UIC con la ciudad, la región y el estado, al involucrar a los miembros de la comunidad en la investigación, la enseñanza y la práctica de la salud pública.

A medida que el virus se convirtió en una preocupación seria y generalizada, el Colaboratorio se acercó a las organizaciones comunitarias para evaluar mejor cómo podría ser de ayuda la UIC.

Involucrar a los miembros de la comunidad, quienes conocen mejor a sus barrios, fue una prioridad inmediata.

Involucrar a los miembros de la comunidad, quienes conocen mejor a sus barrios, fue una prioridad inmediata. El Colaboratorio se volvió un socio clave en el Grupo de Rastreadores de Contacto del COVID-19 en Chicago, que reclutó a 31 organizaciones de base comunitarias para contratar 600 rastreadores de contactos de los barrios de Chicago.

A lo largo de la pandemia, las organizaciones de base comunitarias y los rastreadores de contacto se han adaptado, ampliando sus roles para convertirse en educadores sobre las vacunas y en proveedores de información más amplia sobre salud pública para mejorar el conocimiento de la comunidad.

Melissa Martin, la coordinadora del Grupo de Rastreadores de Contacto de COVID-19 en Chicago, se sorprendió ante la versatilidad y la adaptabilidad de esas primeras organizaciones de base comunitarias y los rastreadores de contacto.

“Tienen habilidades de comunicación comunitaria, comprensión de la salud pública y los determinantes sociales de la salud, y habilidades de comunicación de riesgo”, dijo. “Creo que, si se les da el conocimiento, tienen el conjunto de habilidades para comunicarse efectivamente sobre un número de temas diferentes. Tener esa experiencia en la comunidad solo nos hará más fuertes”.

 

Un grupo de mujeres diversas, jóvenes y sonrientes posando para la cámara.

El equipo del Colaboratorio para la Justicia en la Salud de la Universidad de Illinois en Chicago form & oacute; una parte clave del Grupo de Rastreadores de Contacto del COVID-19 en Chicago, que reclut & oacute; organizaciones de base comunitarias para contratar 600 rastreadores de contacto de la comunidad.

 

Otra iniciativa reciente del Colaboratorio es el Programa de Ciencias de los Jóvenes Ciudadanos (YCSP, por sus siglas en inglés), un curso que involucra a los residentes de Chicago, de entre 14 y 24 años, en el campo de la salud pública. YCSP también guía a los participantes a comprender la historia y política de la ciencia, y sobre cómo se puede usar la ciencia para impulsar el cambio en sus comunidades.

Con un currículo que los participantes ayudaron a diseñar, las clases se centran en su experiencia y su perspectiva. Es parte de un esfuerzo para que la ciencia sea accesible para todos, priorizando los roles de los residentes y el conocimiento de la comunidad, y exponiéndolos a diferentes puntos de vista sobre la ciencia.

“Comenzamos con la suposición de que los jóvenes ya saben muchas cosas (sobre la salud pública)”, dijo Glenna Sullivan, un especialista en investigación que trabaja con el YCSP. “En realidad, se trata de provocar el conocimiento y darles la oportunidad de aplicarlo cuando piensen sobre las soluciones, o en los datos, o en la investigación, o en trabajar para la acción y la justicia social”.

 

Mantener una presencia hacia el futuro


Como el brazo de compromiso con la comunidad de una escuela acreditada de salud pública en una gran universidad pública, el Colaboratorio incluye la oportunidad de servir a los residentes en todo Illinois. Su respuesta a la pandemia fue una gran oportunidad para servir a los residentes. Los líderes del Colaboratorio se proponen formalizar la red comunitaria reunida para reclutar rastreadores de contacto, ampliarlo a 20 organizaciones comunitarias de base adicionales en los lados sur y oeste de Chicago, y diseñar programas y currículum para satisfacer las necesidades de salud de las comunidades en el futuro.

“Podemos hacer más que eso si tenemos más capacidad”.

Nogueras dijo que la coalición espera expandir a Illinois Unidos y convertirla en un recurso que puede abordar todos los problemas de salud comunitaria y las desigualdades de salud que fueron expuestos por el COVID-19 entre los residentes Latinx. Los objetivos inmediatos de la asociación incluyen contratar analistas de políticas públicas que colaboren con la iniciativa de los voluntarios y puedan mejorar sus comunicaciones.

Nogueras reconoció que Illinois Unidos ha ayudado a resolver algunas de las desigualdades de salud asociadas con el COVID-19, "pero fue relativamente poco", dijo. "Podemos hacer más que eso si tenemos más capacidad".

Y no quiere que Illinois Unidos “sea otra asociación que se formó durante una crisis", solo para disolverse después.

“Eso es lo que vemos todo el tiempo, especialmente en comunidades de color”, dijo. “No queremos que eso suceda. Necesitamos que esto sea sostenible”.

 


En 2021, MacArthur apoyó al Latino Policy Forum, donde tiene su sede Illinois Unidos, con $360,000 para las operaciones generales, y al Colaboratorio para la Justicia en la Salud de la Escuela de Salud Pública de UIC con $500,000. Los fondos para ambas organizaciones son parte de las subvenciones de salud pública del programa de Recuperación Equitativa de la Fundación.